El Espíritu Emprendedor es un factor clave en nuestra economía. La riqueza y una alta mayoría de los empleos son creados por pequeñas y medianas empresas iniciadas por individuos con mentalidad emprendedora, muchos de los cuales terminan creando grandes empresas. Las personas expuestas a la actividad emprendedora, con frecuencia expresan que tienen más posibilidad de ejercer su libertad y creatividad, presentan grados de autoestima más alta y una mayor sensación de control sobre sus propias vidas. Como resultado, muchas personas con experiencia en negocios, líderes políticos, economistas y educadores aseguran que el fomento de una robusta Cultura Emprendedora maximiza el éxito económico y social (individual y colectivo) de una comunidad (a escala local, nacional y regional). El propósito de convertirse en Formador de Emprendedores es preparar a jóvenes y adultos para tener éxito en una economía empresarial. ¿Cómo se hace? |